Durante los meses de enero y febrero es recomendable un tratamiento prefloración antes de que aparezcan las escamas verdes de las primeras yemas.
Con los tratamientos a base de compuestos de cobre se pretende proteger al almendro de enfermedades fúngicas como la monilia, abolladura, antracnosis, etc.
Los aceites de invierno y piretrinas tienen un efecto insecticida que elimina huevos de pulgón, chinche, orugas, etc.
Las variedades tempranas como Largueta, Común y Desmayo rojo son las primeras en brotar y por tanto debemos vigilar los próximos días para acertar en el momento del tratamiento.
Para las variedades de floración tardía como Guara, Belona y Lauranne habrá que esperar algunas semanas.