Riego por Goteo Subterráneo. Ventajas, Instalación y Mantenimiento


El riego enterrado se presenta como una estrategia altamente ventajosa en la gestión del agua en la agricultura

Tubería de riego enterrado


- Ventajas del riego por goteo subterráneo
- Algunas opiniones de los agricultores
- Características de los goteros para riego enterrado
- Diseño de una instalación de riego subterráneo
- Componentes recomendados
- Mantenimiento de instalaciones de riego enterrado

¿Qué es el riego por goteo subterráneo?


El riego por goteo subterráneo es un modelo de riego que consiste en suministrar el agua a las plantas mediante tuberías de riego instaladas bajo la superficie del suelo.

El riego por goteo subterráneo se destaca como una técnica de irrigación avanzada y altamente eficiente que se utiliza para proporcionar agua y nutrientes de manera precisa y controlada en la zona radicular de las plantas.





Ventajas del riego por goteo subterráneo


El riego subterráneo emerge como una estrategia altamente ventajosa en la gestión del agua en la agricultura y jardinería, destacando por su capacidad para ahorrar agua de forma considerable al evitar pérdidas por evaporación y lixiviación.

Además, la eliminación de humedad superficial reduce el riesgo de enfermedades fúngicas y proliferación de malas hierbas, colaborando en una mejor sanidad vegetal y por tanto en una menor necesidad de tratamientos fitosanitarios.

Otras ventajas interesantes serían la eliminación de obstáculos en superficie y un menor riesgo de roturas causadas por animales.





Opiniones de los productores sobre el Riego Subterráneo


En el siguiente vídeo de AZUD se exponen algunas opiniones de productores que cuentan con instalaciones de riego subterráneo.






Características que deben cumplir los goteros para riego enterrado


Un sistema de riego por goteo subterráneo requiere goteros específicos que estén diseñados para funcionar bajo tierra de manera efectiva y duradera.

Algunas características que deben cumplir este modelo de goteros son:


Sistema autocompensante:


Los goteros autocompensantes proporcionan un flujo de agua constante independientemente de la presión existente en la red de riego, lo que es importante para conseguir un riego uniforme y eficiente, clave en los sistemas de riego subterráneos.


Efecto antisucción:


En el caso del riego subterráneo es especialmente importante que el emisor cuente con un mecanismo antisucción que impida los flujos de agua en sentido inverso que podrían arrastrar partículas hacía el interior del emisor y provocar obturaciones.


Diseño antiraices:


Los goteros para riego subterráneo cuentan con un diseño estudiado para dificultar la entrada de raíces en su interior. Esta característica colabora en una mejor respuesta al manejo y tratamientos preventivos.


Resistente a la obturación:


Los goteros subterráneos deben ser resistentes a la obstrucción que podría producirse por la acumulación en su interior de partículas y minerales precipitados transportados en el agua de riego.

Actualmente existen diseños muy eficientes que facilitan la evacuación de estos sólidos al exterior del gotero, consiguiendo un efecto de autolimpieza que aumenta considerablemente su vida útil. Los goteros más avanzados cuentan con un prefiltro que impide el acceso a su interior de partículas transportadas por el agua de riego.


Durabilidad:


Los goteros deben estar fabricados con materiales resistentes para evitar daños durante la instalación y garantizar la mayor vida útil posible.




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Diseño de una instalación de riego por goteo subterráneo


El diseño de una instalación de riego subterráneo es crucial para asegurar un suministro eficiente y efectivo de agua a las plantas, así como garantizar una elevada vida útil del sistema.

Algunos aspectos importantes a tener en cuenta son:

- Instalación de colectores de drenaje para evacuar periódicamente la suciedad acumulada en el interior de las tuberías portagoteros.

- Colocación de las tuberías de riego a una profundidad suficiente para evitar daños con los aperos y maquinaria que se podrían producir durante las labores. La profundidad elegida debe ser adecuada para garantizar el aporte de agua a la zona radicular. Dependiendo del tipo de labores, cultivo y textura del suelo se puede estimar una profundidad de la tubería de riego entre los 20 y 40 cm.

- Instalación de una, dos o más líneas de goteo por fila de cultivo para garantizar a la planta un volumen óptimo de suelo húmedo. Cada suelo y cada cultivo requiere un aporte de humedad distinto que además puede variar según el marco de plantación, por lo que es recomendable un estudio minucioso por parte de un profesional cualificado.

- También es recomendable que la separación entre goteros sea la adecuada para conseguir una franja de humedad continua y uniforme. Esto ayuda a que la planta esté mejor atendida, minimizando el riesgo de intrusión radicular al interior del gotero.




Componentes recomendados en una instalación de riego subterráneo


Una instalación de riego por goteo subterráneo requiere de una serie de elementos de medida y control que permitan al productor tomar las decisiones acertadas y ejecutar un manejo correcto del riego, así como la elección de las labores de mantenimiento y su periodicidad.

Entre los componentes recomendables destacan:

Equipos de filtración de limpieza automática:


Los equipos de filtrado de limpieza automática garantizan la continuidad de suministro de agua a la red, colaborando en una mejor uniformidad del riego. Esta continuidad nos ayuda a interpretar mejor las lecturas de los contadores y presiónes en el campo.

Equipo de fertirrigación multiinyección:


Una ventaja adicional de los sistemas de riego subterráneo es la posibilidad de aportar los nutrientes directamente en la zona radicular, mejorando la eficiencia y reduciendo considerablemente el coste en nutrición. 

Los equipos de fertirrigación permiten aportar simultáneamente distintas soluciones nutritivas. Además cuentan con sondas de CE y Ph para ajustar las dosis de abonado y mejorar la disponibilidad de nutrientes para la planta. 

Contadores hidráulicos


Son los componentes que nos informan sobre el caudal instantáneo y volumen de agua aportado a cada sector de riego. Una variación del caudal puede indicar la existencia de averías o la posibilidad de que existan goteros obturados.

Medidores de presión:


Lecturas periódicas de la presión existente en la red nos orienta sobre el estado de nuestra instalación. Una subida de la presión puede indicar una obturación total o parcial de los emisores, mientras que una bajada de presión puede indicar la existencia de una fuga en la red, avería en el equipo de bombeo o la necesidad de mantenimiento.

Ventosas:


La colocación de ventosas repartidas estratégicamente por toda la instalación garantiza la salida y entrada de aire al inicio, durante y final de los turnos de riego. Son elementos necesarios para evitar averías en la red y colaboran para una mayor vida útil de la instalación.

Sondas de humedad:


Las sondas de humedad del suelo nos indican el porcentaje de humedad y profundidad del bulbo húmedo. Conocer estos valores es importante para diseñar los programas de riego más eficientes y evitar pérdidas de agua por lixiviación.

Existen sondas con sensores de Ph, temperatura y CE, con las que se consigue información muy valiosa para la gestión del riego.




Mantenimiento de instalaciones de riego por goteo subterráneo


Hay que destacar que es muy importante el seguimiento de los contadores hidráulicos y valores de presión en la red de tuberías para verificar que la instalación está funcionando correctamente dentro de los valores de diseño establecidos. Una variación de caudales o presiones puede ser indicativo de un problema y alertar sobre la necesidad de ciertas labores de mantenimiento.

Las labores de mantenimiento pueden variar en función de factores como la calidad del agua, frecuencia de riego, fertilización, diseño de la instalación, etc. En general se requieren limpieza mecánica de los ramales portagoteros con relativa frecuencia y tratamientos químicos a base de soluciones ácidas y/o antioxidantes para evitar la acumulación de partículas y precipitados en la red de tuberías.


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