Descubre cómo reducir la evaporación de un embalse y mejorar la eficiencia de la instalación de riego

modulos flotantes embalse riego
Las cubiertas especializadas de los embalses de riego reducen la evaporación y mejoran la rentabilidad de tu explotación.


embalse de riego


La evaporación es un proceso natural que ocurre cuando la lámina de agua en contacto con la atmósfera se convierte en vapor.

En los embalses de riego la evaporación juega un papel importante y representa una pérdida significativa de agua almacenada. Esta circunstancia no solo supone un aumento de los costes de producción, sino que también influye en ocasiones en otros costes de oportunidad al vernos obligados a reducir la superficie de riego o dotación para nuestros cultivos.

La gestión adecuada de la pérdida de agua por evaporación en los embalses de riego es esencial para maximizar el uso eficiente del agua, cada vez más relevante para rentabilizar nuestra agricultura de regadío y promover la sostenibilidad medioambiental.



¿Cuánto agua se evapora en un embalse de riego?


La cantidad de agua que se evapora en un embalse de riego es muy variable y depende principalmente de las condiciones climáticas y de las características del embalse.

Como término medio puede oscilar entre los 1.200 mm al año en zonas de clima fresco y los 2.000 mm en zonas del sur peninsular en años especialmente cálidos.

Un estudio publicado por la Universidad Politécnica de Cartagena reveló que en los embalses de la cuenca del Segura se evaporan anualmente entre 1.600 y 1.900 mm, lo que equivale de media a unos 1.750 litros por cada metro cuadrado de superficie de agua embalsada. (Consultar estudio)





En un embalse de 1.500 m2 se pueden evaporar hasta 3.000 m3 de agua en un año




¿De qué factores depende la evaporación de agua de un embalse?


Estos son los factores más relevantes que influyen en la evaporación del agua embalsada:

Temperatura:

Cuanto mayor sea la temperatura, tanto del agua como ambiental, mayor será la tasa de evaporación.

Esto se debe a que cuando la temperatura es más alta, las moléculas de agua tienen más energía cinética, lo que les permite escapar más fácilmente de la superficie del agua en forma de vapor.

Humedad:

La humedad relativa también afecta a la tasa de evaporación. Cuando la humedad relativa es baja, el aire puede asimilar más vapor de agua y la tasa de evaporación aumenta. Esto ocurre porque las moléculas de agua tienen más espacio para escapar de la superficie del agua en forma de vapor.

Velocidad del viento:

A medida que el viento sopla sobre la superficie del agua, arranca las moléculas de agua en forma de vapor. Además, el viento reemplaza el aire saturado con una alta humedad relativa por aire más seco con mayor capacidad para recibir agua en forma de vapor, multiplicando la evaporación.

Radiación Solar

La radiación solar es uno de los principales factores que afecta la evaporación del agua en los embalses. La radiación solar proporciona la energía necesaria para que el agua se evapore desde la superficie del embalse. Cuanto mayor sea la radiación solar que incide sobre el embalse, mayor será la evaporación.

Albedo del agua:

El albedo del agua es la fracción de la luz solar que es reflejada por la superficie del agua.

Un agua con alta turbidez tiene un albedo más bajo debido a que las partículas en suspensión absorben y dispersan la luz solar, impidiendo que sea reflejada de manera eficiente. Esa absorción de energía promueve la evaporación.

Además, el albedo también tiene un efecto indirecto en la evaporación a través de su influencia en la temperatura de la superficie del agua. Un albedo más alto significa que menos luz solar es absorbida, lo que reduce el calentamiento de la superficie del agua y por consiguiente se reduce la tasa de evaporación.



La temperatura, humedad relativa, radiación, el viento y el albedo son factores que intervienen en la evaporación del agua




Superficie del embalse:

El tamaño y la superficie del embalse también afectan a la tasa de evaporación, ya que una superficie mayor significa una mayor cantidad de agua expuesta a la atmósfera. Por el contrario, un embalse con mayor profundidad y menor superficie tendrá una tasa de evaporación más favorable respecto al volumen de agua almacenado.




Tipos de cubiertas para embalses de riego


- Cubiertas fijas:

Son cubiertas; generalmente de malla de sombreo, ancladas a estructuras fijas que se colocan por encima de la superficie del agua. Este sistema reduce la exposición del agua a la radiación y el viento, mitigando considerablemente la evaporación.

- Cubiertas flotantes:

Se componen de láminas flotantes que se colocan sobre la superficie del agua. Pueden ser de diferentes materiales como plástico, poliéster, PVC entre otros. La lámina dispone de un sistema de plegado que le permite ajustarse al nivel del agua.

- Módulos flotantes.

Se trata de módulos de plástico flotantes con diferentes diseños para cubrir el máximo de superficie de agua posible. El sistema se instala vertiendo dentro del embalse un número de módulos suficiente para cubrir toda la superficie del agua. Existen módulos con forma de esfera, hexagonales, etc.


modulos flotantes embalse riego
Fuente imágen: Evapo-Control

El secreto de este sistema está en que el espacio entre módulos sea el menor posible para reducir la superficie del agua expuesta a evaporación.

- Placas solares sobre estructuras flotantes.

Esta es otra opción interesante que combina las ventajas de una estructura flotante de sombreo con la tecnología fotovoltaica para el aprovechamiento de la energía solar.

placas solares flotantes Fuente imágen: Riegos Agrícolas S.L.



Cubiertas fijas, láminas y módulos de plástico flotantes son los sistemas más extendidos para reducir la evaporación del agua.




Ventajas de las cubiertas para embalses de riego.


Ahorro de agua:

Las cubiertas ayudan a reducir considerablemente la tasa de evaporación, llegando a disminuir hasta el 90% en algunos casos con láminas flotantes.

Mejora de la calidad del agua:

Al disminuir la evaporación también se reduce la concentración de sólidos en suspensión, sales y por tanto CE. Además, se evita la incorporación de partículas y suciedad desde el exterior.

Control de microorganismos:

La ausencia de luz contribuye a reducir la proliferación de microorganismos y algas en el agua, lo que facilita el mantenimiento del embalse y de la red de riego.

Menor mantenimiento:

Al mejorar la calidad del agua, se reducen las labores de mantenimiento del embalse y de la red de riego. También se reduce el número de equipos o capacidad necesarios para el acondicionamiento del agua.

Mayor seguridad:

Las cubiertas reducen el riesgo de accidentes graves en el embalse, como caídas al agua de personas o animales.



Para más información puedes consultar por Whatsapp o Email









      





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